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María Vilarino

Diseñando una estrategia para encontrar a tu peludo

Como sabéis, el pasado viernes Lope, nuestro peludo, se nos escapó y lo atropelló un coche. Del susto, salió corriendo, y estuvo desaparecido hasta el domingo.

Hemos recibido tanta ayuda, que nos ha parecido que la mejor manera de agradecéroslo es compartir con vosotrxs todo lo que hemos aprendido durante estos días eternos.

El gran consejo es: pase lo que pase, mantén la calma y confía en que va a volver.

Ya, es súper fácil escribirlo ahora, pero no seguirlo, son unos momentos muy difíciles y se te pasa de todo por la cabeza.

Nosotros el primer día nos centramos en buscarlo, recorrimos el barrio y los alrededores, entramos en casas abandonadas, recorrimos los montes, campos, los lugares donde lo solemos pasear y la posible ruta que podría haber seguido, siempre volviendo cada poco a casa por si aparecía. Nuestro primer error, fue que sólo pedimos ayuda a la familia y a los amigos más cercanos – ERROR – Lo sabemos, es muy duro admitir que se ha escapado, está herido o tal vez muerto, pero cuanto antes pidas ayuda, mejor.

Llamamos a los veterinarios de la zona por si alguien llevaba un perro mal herido y fuimos a la policía a denunciarlo porque gracias al chip, ellos también pueden identificarlo.

Una de las personas con las que hablé me comentó que “seguramente estaría tirado en una cuneta o tal vez escondido, que nadie lo iba a recoger, que no me engañase, y que si lo encontraba, seguramente ya estaría muerto”. Vamos, no voy a poner aquí ni lo que sentí en aquel momento ni lo que pienso ahora mismo, pero quedémonos con lo más importante: no hagáis caso a los pesimistas ni a la gente que no tiene ni idea, porque malgastaréis fuerzas que necesitáis para otras cosas.

Después de una noche eterna en la que recorrimos las calles una y otra vez llamándolo, porque con menos tráfico y ruidos pensamos que nos escucharía mejor, decidimos volver a casa y descansar un poco.

El sábado a primera hora comprendimos que cuanta más gente lo supiese, mejor.  Así que nos dividimos.  Mientras uno se dedicó a difundir su foto por nuestras redes sociales (instagram, facebook, whatsapp..), el otro se ocupó de escribirle a todas las protectoras, refugios, colonias… de los alrededores. A las que por cierto, no podemos dejar de daros las ¡GRACIAS! Así, con mayúsculas.

He de decir que somos unos suertudos porque una gran persona y editora que conocemos (Irene, esto va por ti), a su vez, conocía a la jefa de prensa de Anaa, por si no la conocéis, se trata de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales, y de su mano nos llegaron los mejores consejos.

Aquí os los dejamos todos:

1.- Lo más importante: DIFUNDIR.

Poner muchos carteles, porque no nos engañemos, muchos vecinos no tienen internet.

Compartir en redes sociales y llamar a todas las perreras, granjas, protectoras, clínicas veterinarias… porque al final siempre lo acaba viendo alguien.

TRUCO: Utilizar una foto reciente donde se le identifique bien. (A nosotros nos llamaron varias veces por otro perrito del mismo color y tamaño que Lope, que desafortunadamente, no era él). Si como el nuestro, está herido o temes que pueda estarlo, incluir en el cartel: NECESITA MEDICACIÓN. El nuestro tiene algún antepasado sabueso, pero no tiene ni idea de cazar, nuestra Mónica (Moni, muchísimas gracias por tus consejos y por toda tu ayuda, y sobre todo, por poner a Lopiño en nuestras vidas) nos pidió que indicásemos que NO VALE PARA CAZAR, porque algunos cazadores se los encuentran y se los quedan, como van del monte a la caseta, nadie se los reclama después.

2.- Buscar de tarde noche.

De día es más difícil encontrarlos porque se esconden mucho.

3.- No hay que desesperar.

Hay muchos casos que aparecen tras varios días.

4.- Buscar por zonas donde haya colonias de gatos de la calle y les pongan comida, porque suelen ir allí a comer.

5.- Identifícalo (Este nos lo dieron el día que conocimos a Lope).

Después de todos estos grandes consejos, sólo os podemos decir, que para nosotros, lo más importante fue que Lope lleva una chapita en el collar. El chip está muy bien, y pueden identificarlo si lo llevan a la policía o al veterinario, pero el collar, y que lleve vuestros teléfonos bien visibles en el, es lo que nos recomendó ya la persona que puso a Lopiño en nuestras vidas el primer día.

Jose Carlos (para ti, no tendría palabra suficientes, porque GRACIAS se me queda diminuto), nos dijo, que aunque sea, lo pusiéramos con rotulador permanente en el propio collar, por lo que Lope, desde el primer día, siempre ha tenido una plaquita con su nombre y nuestros teléfonos. Seguramente en la tienda donde le compréis la comida las tengan, sino por internet también podéis encontrarlas, pero por favor, no olvidéis que gracias a una de ellas, nosotros recuperamos a Lope, y todo ha quedado en un susto. Bueno, a la plaquita, a lxs que compartistéis su foto, a lxs que nos ayudasteis a buscarlo, perrxs incluídxs y a la familia que lo identificó y nos llamó.

No puedo dejar de daros las gracias y si tenéis alguna duda, estaré encantada de resolvérosla.

Comentarios (2):

  • Muy buenos consejos María, gracias por compartir la experiencia, seguro que fue muy duro.

    Otro consejo que he leído en varios lugares es que se deje agua, comida y alguna pertenencia de los dueños (ropa usada, por ejemplo) en el lugar donde lo hayas visto por última vez, pues suelen volver. Conviene también dejar una nota indicando que no se retire nada, explicando la situación.

    En fin, que me alegro muchisimo de que todo haya salido bien 🙂

    Un abrazo!

    • Muchísimas gracias Jesús!
      Sí, yo también pensé hacer eso, pero no estaba segura de si volvería a casa o al lugar dónde lo habían atropellado.
      Tal vez habrá que hacerlo en los dos sitios para asegurarse!
      Un abrazote!

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